| Texto del Articulo *: | Algunos dicen que el fin último de la existencia humana es la felicidad, y que ello trae consigo la prosperidad, no sólo económica, sino en un sentido más amplio,
capaz de llevarnos a experiencias y conocimientos profundos, que impactan nuestro
 crecimiento profesional y personal; es decir, nuestra evolución como seres humanos.
¿Por qué es tan importante trabajar felices? Porque no hay mejor manera de producir más y mejor que contar con talentos motivados en el trabajo, no sólo por las cosas que producen, sino por el significado de lo que hacen. Esto es muy fácil de entender cuando consideramos que, en el trabajo, invertimos más de la mitad del tiempo que pasamos “despiertos”.
La felicidad ja ja
Una forma práctica de “medir” la felicidad en nuestro trabajo es analizar nuestro ánimo durante la primera hora del día: mientras nos duchamos. Esta es una buena primera “prueba”, que podemos aprobar o desaprobar, si nos preguntamos:
¿nos parece tedioso ir a trabajar, o más bien nuestra mente empieza a producir ideas que quisiéramos compartir y probar apenas lleguemos a la oficina?
¿Sentimos pasión por lo que hacemos?
¿Aprendemos algo nuevo cada día?
¿Somos capaces de librarnos de lo rutinario?
Algunos piensan que hay “trabajos ideales”; por ejemplo, el del deportista, actor, cantante o pintor, todas ellas personas que hacen lo que siempre les gustó desde pequeños, que disfrutan su trabajo como un pasatiempo y que, además, ganan muy bien por hacerlo.
¿Estos no son el tipo de trabajo ideal que muchos quisiéramos? Bueno, ello no necesariamente debería estar lejos de nuestro alcance. En realidad, podemos encontrar la felicidad en las profesiones que ejercemos, siempre y cuando sean opciones auténticas que respondan a nuestra verdadera vocación… y que nuestras empresas se esfuercen por facilitarnos las condiciones apropiadas.
Felicidad productiva.
Un estudio de los investigadores Gretchen Spreitzer y Christine Porath, de las universidades Michigan y Georgetown, respectivamente, publicado por Harvard Business Review, señala que los empleados felices producen más que los empleados infelices. La evidencia encontrada por estos investigadores los llevó a concluir que ser felices en el trabajo no es lo mismo que sentirse contentos en el trabajo, dado que esto último refleja un grado de complacencia. Encontraron que un grupo de trabajo próspero no solo está más satisfecho con su trabajo, sino que está muy comprometido en crear un mejor futuro empresarial, como parte de su dinamismo.
Considerando los diferentes sectores productivos y tipos de trabajo, la investigación de siete años arrojó que, en general, las personas “prósperas” tienen un rendimiento 16% mayor, y 125% menor agotamiento. Así mismo, 32% estaban más comprometidos con la organización y 46% más satisfechos con sus trabajos. Ello se reflejaba, incluso, en menos faltas al trabajo por enfermedades.
¿Cuál es el secreto que descubrieron estos investigadores? Fue algo similar a la “prueba de la ducha” mencionada antes. Identificaron dos componentes clave para prosperar.
Por un lado, la vitalidad: la sensación de sentirse vivos, apasionados y emocionados, pues personas así contagian su dinamismo a otros.
El otro elemento es el aprendizaje: el crecimiento generado por captar nuevos conocimientos y capacidades, creando un círculo virtuoso, pues uno cree más en su potencial para seguir creciendo.
Tarea de todos
Así como las empresas pueden brindar el entorno para que la vitalidad y el aprendizaje fluya entre sus empleados, éstos, a su vez, pueden desarrollar estrategias propias para motivarse, como por ejemplo:
(a) buscar breaks que los renueve.
(b) crear nuevas tareas o responsabilidades que hagan más significativos sus trabajos.
(c) buscar oportunidades para innovar y aprender.
(d) desarrollar relaciones con personas dinámicas
(e) complementar la vida laboral con la personal, haciendo que la prosperidad del primero sea inicio y fin de la prosperidad y felicidad personal.
Para que las empresas sean exitosas y trasciendan, hay que tomar en cuenta que son más que simples estructuras de hacer dinero; son ambientes donde los sueños y la pasión de los fundadores se conjugan con las ansias de prosperidad personal y profesional de los empleados, quienes finalmente traerán prosperidad a ambas partes. |
